Los hábitos de alimentación no escapan a los diversos cambios que caracterizan a la adolescencia

Es difícil hoy en día educar y adecuar los hábitos a los requerimientos nutricionales.
No es sano saltearse comidas, por ejemplo no desayunar. Tampoco es sano consumir demasiadas galletitas, snaks, beber gaseosas o cervezas en exceso, comidas rápidas, golosinas y dulces, porque son productos deficitarios en vitaminas y minerales, hipercalóricos, con azúcares refinados, sal y grasas saturadas.

Así se llega al sobrepeso y la obesidad 

Si bien el factor genético puede estar presente, en la mayoría de los casos no determina por sí solo el desarrollo de la obesidad. El exceso de peso se da cuando se ingieren más calorías de las que el cuerpo necesita en relación a la edad y al ejercicio realizado.

Los adolescentes han abandonado paulatinamente la actividad física, el deporte, y los juegos al aire libre, permaneciendo más tiempo frente a las pantallas: celulares, computadoras, televisión.
Esto resulta en un estilo de vida sedentario y poco saludable, que constituye una de las principales causas de la obesidad y el sobrepeso.

Repercusiones del sobrepeso y obesidad

Si se mantiene el sobrepeso a lo largo del tiempo, pueden aparecer enfermedades como diabetes, hipertensión, problemas osteo-articulares, cardiovasculares y otras.
En lo emocional es frecuente que los adolescentes con sobrepeso u obesidad sufran aislamiento, tristeza, malhumor, dificultades de integración e incluso hostigamiento de sus pares.
A menudo las conductas alimentarias se relacionan con disfunciones familiares, problemas de autoestima y sociabilidad que, de no ser abordados, pueden tener consecuencias en la vida social y afectiva.

En la adolescencia la apariencia física cobra un papel fundamental. La imagen corporal es la manera en que un individuo se siente respecto a su propio cuerpo.
En la actualidad los medios promueven la delgadez como meta, ligada al éxito social, como algo sobrevalorado, lo que lleva en algunos casos a realizar dietas excesivas y no controladas.

Recomendaciones

Realizar las cuatro comidas diarias es una conducta saludable. Que al menos una de estas se realice en familia favorece una alimentación más sana.
Insistir en la importancia del desayuno para mantener un peso adecuado a la edad.
Promover el consumo de frutas, verduras y lácteos.
Disminuir el consumo de azúcares en alimentos y refrescos.

¿A dónde dirigirse?

Si tienen dudas acerca del peso o están considerando comenzar una dieta, es importante que consulten para acordar los pasos a seguir.

En la Policlínica de Adolescentes de la Asociación Española contamos con un Equipo de Salud, que entre otras propuestas ofrece un espacio grupal coordinado por Lic. en Nutrición y Lic. en Psicóloga para abordar esta problemática.

¡Los esperamos!


Dra. Susana Grunbaum.
Coordinadora del área adolescente.
Prof. Dr. Gustavo Giachetto.
Director del Depart. de Niños, Niñas y Adolescentes.

 

Policlínica del Adolescente
Dirección: Mario Cassinoni 1414
Teléfono: 1920 2164

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