![]() |
||
|
||
UNIDAD DE DOLOR CRÓNICO: Guía para el pacienteEl dolor crónico está presente tanto en jóvenes como en adultos mayores, abarca a hombres y mujeres de todas las edades. Padecer dolor condiciona nuestra vida diaria, afectando nuestra actividad laboral, social y familiar. Repercute en la calidad del sueño y en nuestra capacidad de disfrutar.Es nuestro objetivo brindarte herramientas para que logres mejorar tu calidad de vida.
Mantenerse en movimiento Mantenerse en movimiento es uno de los pilares fundamentales para el autocuidado en el dolor crónico. El ejercicio tiene un sinfín de beneficios entre los cuales está la liberación de endorfinas, sustancias analgésicas que el cuerpo genera al ejercitarse. Comenzar un plan de ejercicio puede no ser fácil en el contexto de un dolor crónico, es un cambio de hábito que implica poner a prueba nuestra voluntad y revertir la fuerte creencia de que puede dañarnos. Es así que debemos comenzar con un plan personalizado y progresivo. Con la simple acción de informarnos sobre lo que es más adecuado situación clínica te dará la seguridad para ponerte en movimiento.
Ejercicio físico es una actividad planificada, estructurada y repetitiva, cuyo fin es mantener y mejorar nuestro cuerpo, es decir el nivel de energía y vitalidad que nos permite llevar a cabo las tareas cotidianas habituales, disfrutando activamente de nuestro ocio, disminuyendo las enfermedades derivadas de la falta de actividad física y desarrollando al máximo nuestra capacidad intelectual. El ejercicio físico es un gran determinante de nuestra salud, y nunca es tarde para comenzar un plan de ejercicio. La práctica de una actividad física, de forma regular, además, de hacernos disfrutar nos reporta una serie de beneficios para nuestra salud que se manifiestan tanto a nivel físico, psicológico y social:
Dolor y sufrimiento no son sinónimos. Se puede tener dolor crónico y a pesar de ello encontrar que la vida puede ser satisfactoria debido a otros aspectos que le dan sentido y son gratificantes. No resulta fácil aceptar que algo es "crónico", que tal vez nos acompañe por tiempo indefinido y tengamos que convivir con ello. Es importante que converses con el equipo acerca de tu caso particular y puedas manejar expectativas realistas en cuanto a la desaparición permanente del dolor. Si fuera el caso en que éste se pueda manifestar a pesar de los tratamientos, siempre se pueden hacer cosas para disminuir la intensidad y espaciar en el tiempo la aparición de los empujes, así como amortiguar el impacto emocional de éste. Muchas personas con dolor crónico logran encontrar proyectos que los hacen sentirse productivos y sanos en algún aspecto y con el tiempo notan como beneficio, que esos proyectos los llevan a estar menos pendientes del dolor y con más momentos de alivio. Los vínculos sociales son fundamentales para todas las personas y más cuando se tiene alguna afección que implica realizar cambios en diferentes áreas de nuestra vida. Trata de ser claro con las personas de tu entorno, de qué forma necesitas ser ayudado y acepta su apoyo. Si sientes que además del dolor físico hay otros factores de tu vida que te están haciendo sentir mal, es importante que busques ayuda para poder enfrentar esas situaciones estresantes de la mejor manera. Las personas somos individuos completos, mente y cuerpo no se encuentran separados, por lo cual sentirnos mal emocionalmente, contribuye a que sea más difícil controlar los dolores corporales. Tener dolor puede llevarte a sentir diferentes emociones negativas, como por ejemplo, sentir que es injusto que te suceda esto, enojarte con personas de tu entorno que parece que no comprenden lo que te sucede, sentirte muy triste, irritable y angustiado. A veces son emociones pasajeras cuando el dolor se hace más intenso, pero en ocasiones estos estados se prolongan y se hacen más profundos. Si esto sucede y si sientes que has perdido las esperanzas o las ganas de vivir, es importante que busques atención inmediata. Diferentes estrategias pueden ayudarte a encontrar bienestar emocional lo cual favorecerá, junto a los demás tratamientos, al control del dolor. La psicoterapia puede estar indicada para acompañar los procesos que te encuentras atravesando, existen diferentes tipos y según tu caso te podrás beneficiar de uno u otro. Algo muy importante es el vínculo terapéutico, que te sientas cómodo y puedas confiar en quien te está atendiendo. Otras técnicas que puedes practicar son el Mindfulness o conciencia plena, Yoga, Meditación. Busca aquello que te genere bienestar.
Tratamiento con fármacos A la hora de diseñar un tratamiento con medicamentos, es importante que se tomen en cuenta todas tus enfermedades y las posibles interacciones con otros tratamientos que estés recibiendo, a fin de minimizar los efectos secundarios. No es aconsejable la automedicación ya que muchos fármacos pueden ser responsables de problemas digestivos, hepáticos o renales. Por lo que es importante que le informes a tu médico de confianza los tratamientos que estás realizando para aliviar el dolor. En ocasiones no se utilizan solamente analgésicos, es común asociar otros tipos de fármacos que ayudan a disminuir el dolor y la frecuencia de sus crisis.
Con pase de médico general o especialista. Recibiras una evaluación inicial en un comité interdisciplinario, y luego de acuerdo al diagnóstico, se hará el seguimiento de tu evolución en consultas de medicina y psicología, cuyas citas son de agenda interna, lo que reduce las demoras en la atención. El equipo está integrado por internistas, fisiatra, neurocirujano y psicólogas, todos especializados en el tratamiento del dolor, y con más de 20 años de experiencia.
Fundació Josep Laporte, A. (n.d.). Guía del manejo del dolor. Recuperado Agosto 12, 2022, en www.dolor.com
Más información en: https://www.asesp.com.uy/Servicios/UNIDAD-DE-DOLOR-CRONICO-Guia-para-el-paciente-uc1309 |
||